La firma biotecnológica estadounidense Sanaria, en colaboración con
investigadores del National Institute of Allergy and Infectious Diseases
y la participación del Walter Reed Army Institute of Research y el
Naval Medical Research Cente, ha desarrollado la primera fase de una
vacuna que ha demostrado ser segura y eficaz contra la malaria. Esta
enfermedad causa la muerte de 2.000 personas al día, según la
Organización Mundial de la Salud.
El estudio, que publica la revista Science, expone los resultados de una investigación que ha durado un año y en la que 57 adultos sanos fueron inmunizados con la nueva vacuna, llamada PfSPZ.
La vacuna se compone de esporozoítos vivos pero debilitados de la especie Plasmodium falciparum, el más mortal de los parásitos que causan la malaria.
Según explica a SINC, Anthony S. Fauci, uno de los autores del trabajo y director del National Institute of Allergy and Infectious Diseases, “nuestro trabajo ha demostrado que el uso de una vacuna en la que se ha utilizado una forma debilitada o atenuada del parásito de la malaria como agente inmunizador, puede producir un alto nivel de protección frente a la exposición a mosquitos infectados”.
Fauci señala que la vacuna PfSPZ se hizo “exponiendo a los mosquitos infectados a radiación que no mató pero debilitó a los parásitos de la malaria con los que estaban contaminados”.
Tras la radiación, el parásito de la malaria debilitado, se diseccionó y purificó para ser usado como vacuna. “Cuando se inyectó a los voluntarios, esta forma debilitada del parásito sirvió para producir una respuesta inmune protectora”, añade.
El estudio, que publica la revista Science, expone los resultados de una investigación que ha durado un año y en la que 57 adultos sanos fueron inmunizados con la nueva vacuna, llamada PfSPZ.
La vacuna se compone de esporozoítos vivos pero debilitados de la especie Plasmodium falciparum, el más mortal de los parásitos que causan la malaria.
Según explica a SINC, Anthony S. Fauci, uno de los autores del trabajo y director del National Institute of Allergy and Infectious Diseases, “nuestro trabajo ha demostrado que el uso de una vacuna en la que se ha utilizado una forma debilitada o atenuada del parásito de la malaria como agente inmunizador, puede producir un alto nivel de protección frente a la exposición a mosquitos infectados”.
Fauci señala que la vacuna PfSPZ se hizo “exponiendo a los mosquitos infectados a radiación que no mató pero debilitó a los parásitos de la malaria con los que estaban contaminados”.
Tras la radiación, el parásito de la malaria debilitado, se diseccionó y purificó para ser usado como vacuna. “Cuando se inyectó a los voluntarios, esta forma debilitada del parásito sirvió para producir una respuesta inmune protectora”, añade.
El investigador destaca asimismo que semanas después de la vacunación,
los voluntarios a los que se había inyectado la PfSPZ fueron expuestos a
picaduras de mosquitos altamente contaminados con malaria y mostraron
una gran protección contra la infección. Por el contrario, los
participantes que no fueron vacunados resultaron infectados por las
picaduras.
En su opinión, el estudio sirve como prueba de concepto de que la nueva vacuna logra un alto grado de protección. Sin embargo, reconoce que aún queda trabajo por hacer. “Por ejemplo, necesitamos determinar cuánto dura esta protección y también si la vacuna protege contra diferentes cepas de Plasmodium falciparum y no solo frente a la que contenía la vacuna”, indica.
Otro reto al que se enfrenta la nueva vacuna, según este responsable, es la forma de administración. “La mayoría de las vacunas son subcutáneas o intradérmicas para facilitar su administración en campañas masivas, en tanto que la PfSPZ se inyecta vía intravenosa, lo que dificulta su aplicación en este tipo de campañas”.
Los investigadores trabajan ahora en determinar si se puede lograr la misma eficacia aumentando la dosis del producto para que pueda ser inyectada de forma intradérmica o subcutánea. “También estamos explorando posibilidades como el desarrollo de un dispositivo que haga viable la vacunación masiva vía intravenosa”, concluye Anthony S. Fauci. (Fuente: SINC)
En su opinión, el estudio sirve como prueba de concepto de que la nueva vacuna logra un alto grado de protección. Sin embargo, reconoce que aún queda trabajo por hacer. “Por ejemplo, necesitamos determinar cuánto dura esta protección y también si la vacuna protege contra diferentes cepas de Plasmodium falciparum y no solo frente a la que contenía la vacuna”, indica.
Otro reto al que se enfrenta la nueva vacuna, según este responsable, es la forma de administración. “La mayoría de las vacunas son subcutáneas o intradérmicas para facilitar su administración en campañas masivas, en tanto que la PfSPZ se inyecta vía intravenosa, lo que dificulta su aplicación en este tipo de campañas”.
Los investigadores trabajan ahora en determinar si se puede lograr la misma eficacia aumentando la dosis del producto para que pueda ser inyectada de forma intradérmica o subcutánea. “También estamos explorando posibilidades como el desarrollo de un dispositivo que haga viable la vacunación masiva vía intravenosa”, concluye Anthony S. Fauci. (Fuente: SINC)
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