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viernes, 11 de mayo de 2012

Los científicos del Centro de Investigación Fred Hutchinson descubrieron un nuevo método para proteger el organismo de pacientes con cáncer de los efectos nocivos de la quimioterapia.


 

 Estos medicamentos pueden extinguir rápidamente las células cancerosas pero también afectar a otros tejidos sanos como la médula ósea.

Un estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista Science Translational Medicine, utiliza células madre genéticamente modificadas para proteger la médula ósea de las personas bajo tratamiento. El organismo constantemente produce en serie nuevas células de la sangre en los espacios huecos en el interior del hueso. Sin embargo, la médula ósea es muy susceptible a la quimioterapia.

El tratamiento disminuye el número de glóbulos blancos de la sangre, lo que aumenta el riesgo de infección y también reduce la cantidad de glóbulos rojos, lo que a su vez conduce a la falta de aire y cansancio.

Los científicos del citado centro de investigación de Seattle dijeron que estos efectos eran "un gran obstáculo" para el empleo de quimioterapia y, a menudo el tratamiento tenía que ser suspendido, retrasado o reducido.

Un estudio preliminar con la participación de tres pacientes con cáncer mostró buenos resultados. Dos de las personas sobrevivieron más tiempo del pronosticado y el tercero continuaba vivo tres años después del tratamiento y sin progresión de la enfermedad.

El autor principal del informe, el profesor Hans-Peter Kiem, dijo: "Encontramos que los pacientes fueron capaces de tolerar mejor la quimioterapia y sin efectos secundarios negativos, después del trasplante de células madre genéticamente modificadas, en comparación con pacientes en estudios anteriores que han recibido el mismo tipo de quimioterapia sin el trasplante de células madre modificadas".

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