Las contraseñas tienen una
serie de debilidades por una serie de razones, entre ellos que los seres
humanos simplemente tienden a crear contraseñas malas para recordarlas más
fácilmente. Las buenas contraseñas son difíciles de adivinar pero también
difíciles de recordar; contraseñas malas son fáciles de recordar pero también
de adivinar. Durante años, el reemplazo de las contraseñas por algo más simple
y más seguro ha sido una prioridad en la industria de la seguridad y, a pesar
de ello, casi todo el mundo sigue utilizando contraseñas simples para iniciar
la sesión en sus dispositivos.
El corazón contiene un conjunto de células nerviosas en su
ventrículo derecho y sinapsis conocidas como "marcapasos cardiacos".
Estos marcapasos emiten impulsos eléctricos que hacen que el corazón humano
lata. Estos impulsos eléctricos y el ritmo cardíaco que producen pueden medirse
por un electrocardiógrafo, creando una lectura llamada electrocardiograma
(ECG). Estos ECGs, si son medidos con suficiente precisión, son únicos y,
así como la huella digital, no hay dos seres humanos que produzcan el mismo
electrocardiograma, lo cual es una prometedora realidad para la
autenticación biométrica.
Una compañía llamada Bionym está trabajando en un nuevo dispositivo portátil que medirá el ECG de sus portadores. Bionym afirma que el dispositivo puede distinguir confiablemente un ECG de otro, incluso en casos donde el corazón está latiendo más rápido o más despacio de lo que normalmente lo haría.
El dispositivo llamado Nymi, es como un reloj de pulsera pero contiene dos electrodos: uno hace contacto con la muñeca del usuario y otro está del lado opuesto. Cuando un usuario toca con su dedo el segundo electrodo (el que no toca la muñeca), se establece un circuito y se monitorea el ritmo cardíaco del usuario, produciendo un ECG. Este ECG es analizado por una pieza de software desarrollado por Bionym y empaquetado con Nymi en una aplicación móvil.
Una compañía llamada Bionym está trabajando en un nuevo dispositivo portátil que medirá el ECG de sus portadores. Bionym afirma que el dispositivo puede distinguir confiablemente un ECG de otro, incluso en casos donde el corazón está latiendo más rápido o más despacio de lo que normalmente lo haría.
El dispositivo llamado Nymi, es como un reloj de pulsera pero contiene dos electrodos: uno hace contacto con la muñeca del usuario y otro está del lado opuesto. Cuando un usuario toca con su dedo el segundo electrodo (el que no toca la muñeca), se establece un circuito y se monitorea el ritmo cardíaco del usuario, produciendo un ECG. Este ECG es analizado por una pieza de software desarrollado por Bionym y empaquetado con Nymi en una aplicación móvil.
La aplicación podría ser utilizada para autenticar al usuario ante cualquier dispositivos. Bionym planea lanzar el dispositivo durante el año 2014 y actualmente están en proceso de colaborar con los desarrolladores que el dispositivo sea compatible con tantas aplicaciones como sea posible.
Los dos investigadores y expertos en biométria, Karl Martin y Foteini Agrafioti, de la Universidad de Toronto fundaron Bionym y pueden ser los primeros en producir un dispositivo portátil capaz de monitorear un indicador biométrico con fines de autenticación, aunque no son los primeros en tener la idea teórica.
Bruce Tognazzini, un ingeniero de usabilidad y experto en interacción persona-ordenador, escribió un extenso artículo en su blog personal sobre cómo debe ser un mecanismo de autenticación biométrico.
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