Un grupo de investigadores identificó una nueva enfermedad en decenas de personas nacidas en Asia, cuyos síntomas son similares a los del sida, aun cuando los enfermos no están infectados con el VIH.
Esta es otra clase
de inmunodeficiencia adquirida que no se hereda y ocurre en adultos, pero no se
propaga de la manera como lo hace el sida mediante un virus, explicó la doctora
Sarah Browne, una científica del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades
Infecciosas, que dirigió una investigación publicada esta semana en la revista
New England Journal of Medicine.
Con la colaboración
de un grupo de investigadores, Browne realizó un estudio en el que participaron
más de 200 personas de Tailandia y Taiwán, donde se han detectado la mayoría de
los casos desde 2004. Constataron que este nuevo síndrome de inmunodeficiencia
se desarrolla en etapas avanzadas de la vida, pero desconocen cómo y por qué.
Detallaron que la
edad media de los enfermos era de 50 años y subrayaron que no es característica
de grupos familiares, lo que hace improbable que la causa sea genética. Los
sistemas inmunológicos de los pacientes quedaron dañados, lo que los dejó
incapaces de defenderse de los gérmenes como lo haría una persona sana.
Además, Browne
señaló, sin dar cifras, que algunos pacientes murieron de infecciones
abrumadoras, entre ellos algunos asiáticos que residían en EE.UU. A diferencia
del virus del VIH, causante del sida, la nueva enfermedad no afecta a los
linfocitos T. Sin embargo, provoca otro tipo de daño en el sistema
inmunológico.
La mayoría de los
enfermos elaboraban sustancias denominadas “auto anticuerpos” que bloquean el
interferón gamma, una señal química que ayuda al cuerpo a deshacerse de las
infecciones. Al bloquear esa señal, las personas quedan vulnerables a hongos,
virus y parásitos, pero especialmente a micobacterias o mycobacterium, que pueden
ser agentes causales de la tuberculosis y afectar gravemente a los pulmones.